Al final de las escaleras.




Los espantosos ruidos no me dejan trabajar.
Creí que trabajar en casa sería la forma perfecta para estar juntos. Me equivoqué.
No sé en qué momento empezaron las peleas, tal vez sería desde que él empezó a beber más de lo que debía.

No, no era eso.

Era por mí.

Alguien como él no podía aceptar que su esposa fuera exitosa, nunca pudo.

 (Él será sólo un estorbo para ti, como tu padre lo fue para mí)
La voz ronca de mi madre siempre ha estado en mi cabeza. Casi siempre la odié, ahora admito que en algún punto ella tenía razón.

Nuestro matrimonio es joven, él trabaja tiempo completo en la empresa de sus padres.

Cuando finalmente terminé mis estudios universitarios supe que llegaría lejos. Y así fue.

  "Deberíamos tener un hijo" me dijo mientras yo trataba de empezar mi nuevo libro.

Claro, un hijo sería la forma perfecta para que todo volviera a lo que él creía era el orden natural.
Él sería el padre, esposo y empresario exitoso. Él se encargaría de todo. Nuestro sustento.
Yo sería la ama de casa, esposa, madre...inútil. Sólo una niñera las 24 horas del día.
Sería una mas de las que se uniría a la lista de "Mujeres exitosas...en el hogar."

Él insistía, yo hice trampa. No dejaría que eso me pasara a mí. ¡Nunca!.
Los problemas empezaron: llegadas tarde, alcohol, probablemente una que otra aventura con sus compañeras de oficina.

La verdad no me importaba (Él será sólo un estorbo para ti, como tu padre...)
Mi libro estaba casi terminado. Con cada capítulo que terminaba, una parte de él moría.

 "¿En serio te importa más ese maldito libro que nuestro matrimonio?
Yo hice todo para que tuvieras todo, te apoye mientras terminabas tu carrera, te apoyé cuando dijiste que escribirías ese maldito libro..."

"Pero ya no, te amo querida, pero..."

La lámpara de mi escritorio se estrelló contra su cráneo fuertemente...demasiado fuerte supongo.

(...lo fue para mí)

"¡QUE CARAJOS!, ¡¿TÚ, TU FU-FU-ISTE?!"

"AYÚDAME..."

Sangre salía de la parte trasera de su cabeza mientras yacía en el suelo.

  (Marido, mujer e hijo)
Tomé mi máquina de escribir, mi madre me la había dado. Tan vieja y malvada como ella.

(Él será sólo un estorbo...)

"¿Querida...?, por favor"

"¡NOOO!"

Dejé caer la pesada máquina sobre su cabeza, el sonido fue horrible...pero certero.
Más sangre aún...ya no habían más palabras.

(...para ti, como tu padre...)

Su cuerpo inmóvil y con la cabeza abierta, tomé la máquina y la dejé caer desde la altura de mis hombros sobre su cara...una y otra vez. El dolor era palpable en el aire.
Más sangre aún...

(...lo fue para mí.)

Mi libro tiene que estar listo para mañana, no puedo perder más tiempo.
Verlo tirado ahí me distrajo mucho. Una patada y él rodó por las escaleras como una bolsa llena de basura, probablemente su cuello se rompió. Lo sabré en la mañana.


Mi libro está casi listo, pero el ruido y gemidos al final de las escaleras no me dejan pensar.
Supongo que tendré que encargarme de él primero y luego terminaré...

Sí, eso haré.

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