El hombre en el jardín
He despertado nuevamente con
mis manos aferradas a mis sábanas como si estuviera a punto de caer a un vacío
inexistente.
Mis ojos inútilmente
intentan encontrar sentido a las siluetas que se dibujan en mi habitación
empapada en oscuridad.
Mi cuello rígido por el
pánico, intento girar hacia la ventana que ve directo al jardín...
"Mannyyyy..."
"Ven a jugar con
papá..."
"Mami, no
sabrá..."
Tengo el corazón en mi garganta, aquella voz
esta tan cerca y aun así parece tan lejana. Empiezo a contar.
1...2...3...4...
"¡Many!"
...5...6...7...8...9...
"¡Many!, ¡será mejor
que vengas de una vez...!"
...10.
Me levanto de la cama, el
piso parece estar hecho de un cristal listo para hacerse pedazos bajo mis pies
y dejarme caer en aquel vacío.
Como puedo asomo mi rostro
por esa opaca ventana en medio de la noche.
"Hola, hijo"
Lo veo parado sobre el
césped húmedo y marchito.
"Mira, te conseguí
una pelota nueva, ¿quieres jugar un rato?, estoy muy aburrido..."
"Tal vez podamos ir
a mi lugar, tengo más cosas ahí que he encontrado tiradas..."
Mis ojos abiertos pendientes
de cada detalle, su traje negro y desgastado, puedo distinguir el moho que ha
empezado a crecer bajo sus axilas y en su cuello. Puedo ver pequeñas partes
abiertas en su piel como si algo hubiera estado comiéndolo.
Su rostro avejentado y
polvoriento, sus ojos se ven muy negros, casi como si solo fueran un par de
agujeros que no ven nada en realidad.
No sé cuántas veces ha
venido a buscarme cada noche, 12 tal vez. Sí, doce veces desde que...
"¡Many!, ¡mierda,
vas a bajar de una vez!"
"¿Por qué carajos
tienes que hacerme esperar?"
"Creí que me odiabas
porque nunca jugaba contigo...y ahora ¡que putas esperas!"
"¡Baja que no tengo
mucho tiempo...!"
Su rostro se oscurece
malignamente, como si en su interior ya no corriera sangre pero algún tipo de
veneno. Casi puedo ver el verdadero ser que se mueve detrás de su rostro
demacrado. Un ser enfurecido y lleno de crueldad.
Cierro la cortina y me
dirijo a la puerta de mi cuarto.
Bajo lentamente las
escaleras en medio de la oscuridad, no quiero despertar a mi madre. Ella se
pone incómoda cada vez que le cuento sobre como él viene a buscarme.
Finalmente llego a la
cocina, siento que mi corazón saldrá expulsado por mi boca como vómito.
Veo la puerta que va directo
al jardín, observo la oscura noche que hay allá afuera junto con él.
"Manny,
hijo..."
Antes de llegar a la puerta
observo la foto de mis padres posando en la mesa donde solíamos desayunar, al
menos mamá y yo, el casi nunca estaba.
"Manny, ¿crees que
tu mamá me dejará entrar algún día?"
"Sería más divertido
¿no te parece?, jugar aquí afuera en el frío no es lo mejor..."
Veo los rostros felices de
mis padres, y mi cuerpo dormido parece despertar poco a poco.
"¿Hijo...?"
"¡POR QUÉ PUTAS NO
SALES!, ¡CREES QUE ME GUSTA ESTAR AQUÍ PARADO COMO UN IMBÉCIL ESPERANDO A QUE
SALGAS!"
Aquel hombre no es mi padre,
no puede ser él, mi cerebro parece tomar control nuevamente.
Ha sido un terrible momento,
mucho dolor. Él no era un buen padre, aun así lo extraño.
Pero aquel hombre en el
jardín no es él. ¡No!
"¡ABRE, LA MALDITA
PUERTA Y VEN A JUGAR CON TU PADRE!"
Me dirijo a la puerta.
Cerrada con llave.
Veo su silueta parada del
otro lado, su rostro está deformado por el odio y desesperación de su
condena. No hay humanidad bajo ese traje mohoso, solo sombras moviéndose bajo
la carne podrida.
No saldré. Nunca lo haré sin
importar cuantas noches él venga a buscarme...nunca saldré.
"hijo, lamento
haberte gritado, sabes que siempre fui así...por favor, sal, necesito
verte...te necesito..."
Me aseguro que la ventana
este cerrada y luego me voy de regreso a mi habitación...nunca saldré...
"¡MALDITO Y PEQUEÑO
HIJO DE PUTA, VEN Y JUEGA CONMIGO!"
"POR EL CULO DE
SATÁN Y DE TU MADRE VEN Y JUEGA CON TU PADREEE!"
"MANNY..."
Mi madre aún duerme y yo lo
haré también...
Ya van doce noches...doce
desde aquel día. No sé cuántas más faltan para que él deje de venir...pero
aunque mi cuerpo dormido me obligue a creer que es él...yo nunca saldré.
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